miércoles, 22 de junio de 2011

21-Junio-2011, Martes, Diario Político

Diario Político 2012



Por Carlos Ramírez





Martes 21 de junio, 2011.



A Calentando motores. En semana y media comienza la cuenta regresiva de un año hacia las elecciones presidenciales del 2012. Bueno, el ambiente se calentó desde hace un año. A los historiadores les sorprendió el hecho de que Porfirio Díaz, rumbo a su sexta reelección, comenzó los preparativos un año y medio antes, cuando en las anteriores apenas necesitaba unas cuantas semanas. La fiebre política electoral a nivel presidencial ya no respeta tiempos. Recuerdo que en 1974, dos años antes de las elecciones presidenciales de 1976, el presidente Echeverría calificó de futuristas a quienes hablaban de elección presidencial mucho antes de las elecciones.

De hecho, el proceso electoral comenzó hace un mes, cuando el presidente Calderón autorizó al PAN la definición de unja lista oficial de siete precandidatos panistas. El juego se abrió con anticipación por lo avanzado del proceso en la oposición: el gobernador priísta mexiquense Enrique Peña Nieto irrumpió en las encuestas como el favorito de las presidenciales del 2012 hace año y medio y Andrés Manuel López Obrador comenzó su lucha por la presidencia de la república desde el 2000 y al día siguiente de que el IFE anunció la victoria de Felipe Calderón en julio de 2006. Si no hay alguna sorpresa, Peña será candidato del PRI y López Obrador del PRD. EN el PAN se perfila como candidato oficial el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, aunque no se descarta la sorpresa de Alonso Lujambio, secretario de Educación Pública; y de los independientes, Josefina Vázquez Mota lleva su propio ritmo y sería la apuesta chica del PAN.

El ambiente sucesorio se ha quedado como tema central, inclusive con mayor interés que la agenda de seguridad pública. Lo malo, sin embargo, es que el país carece de análisis de fondo sobre la elección del 2012; los medios se han quedado en la superficie, en la calificación circunstancial de los aspirantes. Ya están circulando varios libros sobre el tema: las entrevistas de Jorge Ramos, los análisis de personalidades coordinador por Jorge Zepeda y algunos otros más. Pero es la hora en que nadie ha hecho el esfuerzo por analizar el primer punto del tema: el proceso de elección presidencial operado por el PAN; bueno, en realidad tampoco ha habido hasta ahora algún libro de fondo sobre por qué perdió el PRI en el 2000 y una evaluación fría y analítica del primer gobierno presidencial del PAN con Vicente Fox. Por tanto, se puede decir que los ciudadanos y los analistas andamos a ciegas, tratando de adivinar comportamientos políticos.

El problema de fondo lo he comentado alguna vez: el método de análisis político de periodistas y hasta politólogos es el mismo que se usó en el viejo régimen priísta, con la gravedad de que después de 1994 la realidad misma exigía desde entonces otra forma de analizar la realidad política; es decir, una insistencia en los actores, en la circunstancia y en las facciones. Al país le hace falta una buena historia de las ideas políticas de mediados del siglo XX a la fecha, una necesaria revisión de las estructuras de poder y una actualización del enfoque del sistema político. Por eso insisto en que las herramientas analíticas y científicas de la ciencia política quieren evaluar los gobiernos de alternancia como si fueran priístas; una cosa es que ciertos vicios hayan prevalecido a que realmente esos vicios sean determinantes en direcciones políticas.

Por lo pronto, recomiendo dos lecturas históricas que ayudarían a entender el presente: Política mexicana durante el régimen de Juárez, de Walter V. Scholes, editado por el Fondo de Cultura Económica, e Invención del sistema político mexicano. Forma de gobierno y gobernabilidad en el siglo XIX, de Luis Medina Peña, editado también por el Fondo de Cultura Económica. El primero ilustra la mecánica del poder en la época de Juárez, sin duda cuando se hacía política de altura y sobre todo de respeto, y el segundo logra definir la configuración del sistema político de Porfirio Díaz. La continuidad Reforma-Díaz se completa con el sistema político diseñado por la Revolución Mexicana. Por tanto, la entender el sistema político en la alternancia es necesario conseguir algunos referentes del pasado.

Lo demás es… grilla. Que si Ebrard hizo algo, que si López Obrador juega con los partidos, que si Peña sigue con las encuestas, que si el presidente Calderón va a poner presidente de la república. Si acaso, estos enfoques ayudan a dinamizar el corto plazo y la superficie del poder; sin embargo, los resortes del poder obedecen a otros comportamientos, botones y presiones. Y ahí es donde los medios cotidianos no han podido aportarle al ciudadano algunos elementos para el análisis del corto y mediano plazos.

El primero de julio está tan lejos como a la vuelta de la esquina. En 1994, en una comida, el economista Pedro Aspe me dio una lección corta de los tiempos económicos; en economía, el corto plazo es un año, el mediano plazo es de uno a cuatro años y el largo plazo es de cinco años en adelante. En esa reunión, después del asesinato de Luis Donaldo Colosio en marzo, le pedía una percepción sobre el México del largo plazo; Aspe contestó: “en México el largo plazo es ahora”. Así están hoy los tiempos políticos por las ansias de los protagonistas de la política y no pocos observadores.

Por tanto, hay que calentar motores. Este diario --espero tener tiempo también los sábados y domingos para anotar cosas-- estará atento a la circunstancia, al chisme del día, pero también tratará de registrar los hechos de fondo en una perspectiva histórica. La elección presidencial del 2012 será importante por la posibilidad de que el PRI recupere la presidencia de la república y que el PAN apenas haya gobernador dos sexenios. Pero es necesario asimismo ir recogiendo sensaciones de los ciudadanos, quejas, detalles cotidianos y algunas referencias de más allá de las fronteras.

En las cuestiones de fondo hay que anotar que la elección del 2012 se está dando en el escenario del agotamiento de los tres pilares fundamentales del PRI: el sistema político priísta, el modelo de desarrollo y el pacto constitucional. Si algunos priístas creen que podrían dar marcha atrás a las ruedas de la historia si ganan las elecciones y retrotraer el tiempo al 2000, sin duda que se van a llevar un chasco. La historia política contemporánea de México no es una locomotora o auto que puede avanzar también en reversa, sino que es el viejo Topo que hablaba Marx tomando la figura de una obra de Shakespeare: el animal que se mete en la tierra y roe hasta hacerla derrumbar, un topo que exhibe las limitaciones de las circunstancias.

El punto de arranque formal del 2012 será el domingo 3 de julio, día de las elecciones del Estado de México. Si hace un mes las expectativas eran de un proceso mexiquense bastante calentado por los tiempos, la pasividad de la oposición y la falta de figuras de los candidatos del PAN y del PRD convirtieron esa elección en un asunto eminentemente local. De todos modos, la victoria del PRI será un fortalecimiento de la precandidatura de Peña Nieto, aunque no hay que descartar al senador Manlio Fabio Beltrones. El PRI nos ha acostumbrado a situaciones inéditas.

Así que hay que calentar motores. Y este Diario Político 2012 inicia su camino.



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